domingo, 6 de abril de 2014

EL BURRO ¡UNA GRAN LECCIÓN!

Se encontraban en una granja un caballo y decenas de otros animales.

El caballo lleno de orgullo hacía gala de su belleza, inteligencia, casta, pundonor, docilidad, agilidad, fuerza...
... fidelidad, versatilidad,  y algunos otros dones como:
Competir cada tarde en los hipódromos.
Ser la delicia de los niños en los circos.
   Practicar infinidad de actividades deportivas. 
Desfilar ordenado en soberbias paradas militares. 
Posar como modelo de todas las artes plásticas.

Y decía:
¡Yo he cargado a Reyes, obispos, generales; he participado en batallas!
Todos le oían con gran expectativa y admiración y se encontraban maravillados y todos compartían la grandiosidad de este corcel. 
De pronto el caballo queriendo aún ser más alabado, se comparó con el burro, diciendo: 
¡En cambio miren a este burro!
¡Cabezón!
¡Orejón!
patitas cortas 
¡Lento en su caminar! 
Así siguió indicando muchos otros defectos...¡Miren sus dientes grandes!
 los animales compartían estas críticas con entusiasmo y gran algarabía.
 

Hasta que llegado el límite de las burlas, el asno levanta la cabeza y mirando al orgulloso caballo le dijo: ¡Todo lo que has dicho es cierto

... ¡Tú cargaste a  reyes, obispos, generales... 
Pero  yo  cargué a  ¡DIOS!
¡AL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES!
Sí, nuestro amigo el burrito, despreciado,  fue el que llevó a Jesús a Jerusalén 
(la biblia dice un "pollino", burro joven que aún no había
 sido montado Mateo 21:5, Zacarías 9:9, 10)...

Jesucristo entró montado en un pollino, humilde, su deseo era estar mas cerca de la multitud que iban a la fiesta de la Pascua... y niños y grandes estuvieron cerca de él, reconociéndolo en toda su humildad como su REY.
¡HOSANNA AL ALTÍSIMO!
aún cuando él  sabia que iba  camino al calvario, a sufrir por nosotros hasta la muerte, 
fue en paz sobre el pollino humildemente
JESÚS FUE HUMILDE,  como un cordero...
¡Qué hermoso verdad!...pero lo  que no contó el burrito es que para cargar a Jesús, tuvo primero que ser desatado... Nosotros también como nuestro amigo que tuvo el privilegio de cargar a Dios, podemos llegar a ser portadores de su gloria. Si nos dejamos desatar por Jesús de todas nuestras ataduras, llevaremos su preciosa gloria  en humildad y reverencia a Él...
¡Cristo te hace libre!
¡Acéptalo como tu Salvador!

Amigos no se pierdan la siguiente meditación de las maravillas de la naturaleza...

¡Hasta la próxima, 
que el Señor Jesús les bendiga!

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