Dios nos muestra grandes ejemplos a través de la observación de la vida que hay en la naturaleza, esta vez vayamos juntos a mirar, ¡Cómo viven las hormigas!
Muchas veces hemos podido observar, como con tan frágil cuerpo, ellas lograr llevar sus alimentos y cuando no pueden movilizarlo por sí mismas ellas se ayudan,
¡Pues todas trabajan con el mismo fin! almacenar alimentos en su hormiguero, para estar provistas para el crudo invierno.“Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida” Proverbios 30:25
El verano es la estación del año, donde se
cosecha los frutos, el invierno es duro, terrible, no hay alimentos, pero la
hormiga sabia, (con la sabiduría que Dios le dio), se ha preparado para el
crudo invierno, ¡y pasa bien ese duro tiempo!, tranquila, en paz, teniendo su
sustento.
“El que recoge en el verano es hombre entendido; El que
duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza” Cuidémonos que esto no nos acontezca a nosotros,
por estar dormitando y
cabeceando cuando deberíamos estar aprovechando bien el tiempo oportuno.
¡Poniendo manos a la obra! Ahora es ¡TIEMPO DE
BUSCAR A DIOS!
Dios desea levantar un pueblo de personas
diligentes y fervientes en espíritu.“En lo que
requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” Romanos 12:11
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada” (Proverbios 13:4).
¡Observa a la hormiga y sé sabio!